El diente de león estimula la secreción de los órganos de la digestión, por lo que se utiliza en caso de hipoacidez gástrica y en los trastornos digestivos en general (hígado perezoso, estreñimiento, etc…).
Se ha demostrado científicamente que aumenta de 2 a 4 veces la secreción de la bilis, por lo que se recomienda para estimular los hígados perezosos.
También se ha destacado su beneficiosa acción sobre los cálculos renales por su acción laxante y diurética. Gracias a esta acción diurética, segura y sin efectos no deseados, permite limpiar y eliminar las toxinas acumuladas en el organismo, por lo que se recomienda hacer una cura de diente de león en cada cambio de estación y en caso de excesos alimentarios.
Cada cápsula contiene 250 mg de polvo criomolido de raíz de diente de león con una valoración superior al 10% de fructosanos.
Se presenta en envase de 84 cápsulas.